Hola! Me llamo Barbara Fernández y durante los últimos siete meses he sido voluntaria en un centro juvenil en Domžale, Eslovenia.
Supongo que como la gran mayoría de la sociedad, el 2020 no ha ido como esperaba. Mi voluntariado se ha visto muy afectado por el COVID-19, lo cual no quiere decir que haya tenido una mala experiencia, simplemente ha sido diferente a lo que esperaba.
Aquí en el centro me he encargado de la parte promocional preparando los posters de los eventos, he trabajado con niños de entre 5 y 15 años en el centro de día jugando a ping-pong, futbolín, juegos de mesa… y he intentado compartir algo de mi propia cultura a través de workshops o charlas. Como ya he dicho, el virus trastoco un poco mis planes, y muchas de las cosas que se suponía que tenía que haber hecho no pudieron realizarse o las tuvimos que adaptar haciéndolas online. La parte positiva de todo esto es que he aprendido a ser mucho más resiliente y a buscar opciones alternativas cuando parece que las cosas no están funcionando como yo quería.
Aunque el trabajo ha sido interesante y he aprendido muchas cosas, lo más destacable de la experiencia ha sido conocer a voluntarios de todas partes de Europa, viajar con ellos alrededor de toda Eslovenia y conocer un poco más diferentes culturas. He hecho muy buenas amistades y en el futuro tendré muchos destinos que visitar en todos los rincones de Europa.
Recomiendo mucho esta aventura, porque realmente hay mucho que descubrir ahí fuera y el cuerpo europeo solidario es un medio fantástico para conocer diferentes realidades, culturas, idiomas, comidas, personas… Además siempre pienso que si yo he tenido una buena experiencia a pesar del virus, sin estas circunstancias adversas la experiencia tiene que ser 100 veces mejor.