Hola a todos! Después de un mes en mi país, España, me gustaría contarles acerca de mi experiencia como voluntario de EVS. Hice mi Servicio Voluntario Europeo en el I.T.E.T. Salvemini en Molfetta, una pequeña ciudad en el sur de Italia.

Durante mi EVS compartí muchas experiencias hermosas con tantos voluntarios de toda Europa. Al principio éramos niñas de España, Alemania, Rusia, Lituania, Ucrania, Hungría, República Checa y UN niño de Dinamarca: ¡la más afortunada de Molfetta!

Juntos descubrimos muchos lugares hermosos: Polignano, Monopoli, Matera, Nápoles, Roma, Siena, Florencia, Lecce, Ostuni, Bisceglie, Trani … y probamos todas las comidas típicas con nuestros amigos italianos, quienes nos ayudaron a aprender más Puglia y nos hizo sentir un poco más Molfettesi: «Madooo!». Luego vinieron más voluntarios para hacer que el grupo fuera aún más hermoso: vinieron de Grecia y todavía una niña de España y otra de Rusia.

Durante estos nueve meses, participamos en las «Actividades conjuntas», en las que nos divertimos mucho: el festival Madona dei Martiri con banderas de muchos países, el coro de Navidad con los niños de la escuela secundaria científica, la prueba en la heladería Cipriani, los intercambios en Asterix … y muchos otros vinos que nos hicieron sonreír y crear hermosos momentos para llevar a nuestros países.

En cuanto a mi asociación de anfitriones, solo tengo palabras de agradecimiento. Han sido tan amables conmigo desde el principio … lo hicieron mucho más fácil y hermoso durante los días escolares. De lunes a viernes, acompañé a profesores de español e inglés y participé en actividades por la tarde, como un teatro de idiomas o un curso de francés. A veces llevaba a los niños al teatro o los iba a ver cuando cantaban o bailaban. Eran una parte muy importante de mi EVS, porque aprendimos mucho juntos, no solo idiomas, sino que también crecimos como personas.

Estoy muy satisfecho con mi experiencia EVS en Molfetta. Si tuviera que elegir un lugar para realizar mi proyecto de EVS, volvería a elegir esta ciudad. El tiempo pasó rápidamente, y ahora echo de menos ir con los voluntarios a Corso Umberto para comer un croissant con Nutella, y luego un helado en San Marco, una cerveza en la Cerveza Condicio, y terminar de ver la puesta de sol en el puerto …

GRACIAS POR TODO !!!!

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