Matías creció como persona en Francia

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Hola. Mi nombre es Matías, tengo 26 años y soy originario de Chile, aunque hace 11 años ya que vivo en España, en Cataluña, más específicamente.

Son varios los motivos por los cuales decidí hacer un Servicio de Voluntariado Europeo: aprender una nueva lengua, conocer la cultura francesa y, no menos importante, ganar experiencia en el ámbito de la Psicología infantil. En España realicé mis estudios en e l ámbito de la Psicología Clínica, y ya que según mi parecer la formación práctica se queda bastante corta, decidí buscar experiencias por mi cuenta, para explorar y formarme.
El servicio que estoy realizando en Francia, en el departamento de la Drôme, más específicamente, es, como ya he comentado, sobre la psicología infantil.
Trabajo en una casa donde viven aproximadamente entre 8 a 9 niños de 5 a 13 años.
Algunos niños viven a tiempo completo, mientras que otros tienen el derecho a vivir con sus padres por algunos días, según las circunstancias de cada caso.
Este es un servicio de protección del menor y es el Juez quien decide si los niños necesitan internamiento. Las razones pueden ser varias, pero siempre giran en torno a la negligencia parental, violencia física, psicológica y sexual.
Mi trabajo es compartir el día a día con los niños, comidas, ayudarlos con los deberes, jugar con ellos y realizar también actividades al aire libre para que estos puedan
desfogarse de todas las emociones que tienen reprimidas. Y esto lo hago con los educadores con los cuales trabajo.
En mi servicio hay actualmente 8 educadores, lo cual puede parecer mucho, pero los turnos de trabajo se van rotando, cada día hay dos educadores. Además, la gravedad de los casos con los que tratamos es tal, que muy a menudo hay un sentimiento de desbordamiento en el equipo de trabajo.

En un servicio de voluntariado como el que realizo hay que tener mucha paciencia, ya que los niños son a menudos mal educados y hasta violentos, pero son cosas que han aprendido de la educación proporcionada por sus padres, son niños, al fin y al cabo, y tienen buen corazón.
Es muy importante, que el servicio de voluntariado no sea lo único que ocupe tu vida durante estos 10 meses de proyecto, es importante buscar otras actividades para despejar la mente y el corazón. A veces puede resultar difícil romper las barreras culturales a la hora de comunicarte y establecer relaciones con personas de otros países, pero la actitud es muy importante, y sino siempre hay actividades que se pueden
realizar, por ejemplo, yo tomo clases de ballet, de francés y violín, actividades que me ayudan mucho.
Para mi esta siempre restará una experiencia positiva, aunque resulte difícil, ya que te permite aprender como afrontar nuevas situaciones y esto te hace crecer como persona.

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