Hace aproximadamente siete meses llegué a Letonia. La verdad que venía con bastantes dudas sobre como sería mi vida aquí porque no había escuchado de estos proyectos hasta hace unos pocos meses antes de apuntarme a uno, y el vivir en otro país siempre te hace dudar de que pasará.
Actualmente estoy viviendo en Alūksne, una ciudad que hace frontera con Estonia y Rusia. La vida en Letonia es muy diferente. Estoy acostumbrado a ver grandes ciudades, contaminación, mucha gente pero aquí la población no es tan grande como en España y en invierno no hay nadie en las calles además que la oscuridad de la noche empieza alrededor de las 16h, lo que resulta muy difícil para una persona que no ha vivido en esta situación anteriormente.
Elegí hacer este proyecto en Letonia por la duración, ya que quiero conocer el país entero, su cultura, vivir experiencias con las personas locales y 2 o 5 meses no son suficientes para mí. Desde el principio de mi proyecto he sido el único voluntario en mi ciudad y al principio no conocía a nadie, pero después de unas semanas tuve mi “honorable training” donde los entrenadores nos ayudaron a resolver algunas dudas y explicarnos lo que tendríamos que hacer.
Allí fue donde conocí a muchas otras personas de diferentes países y proyectos. La mayoría hicimos muy buenas amistades y quedábamos para visitarnos. Es una muy buena manera de visitar otros lugares del país donde trabajas, tengo muchas fotos, vídeos y recuerdos con ellos. Con ellos celebré la semana de Navidad en Tallin (Estonia) y el Año nuevo en Riga. La foto que comparto con vosotros es de esa noche con algunos de ellos.
Realizar un voluntariado es lo mejor que te puede pasar. Estoy muy contento de mi proyecto y de estar en Letonia.
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