Tuve la fortuna de llevar mis actividades en la ciudad portuaria de Marseille. Este año estuvo lleno de diferentes experiencias. Todo el equipo de Compagnon Batisseur Provence me hizo partícipe de las actividades de la asociación y de esa manera fui incluyéndome y adaptándome en los talleres y las actividades colectivas.
Me encantó ser parte de este grupo humano que ama y trabaja cada día para transformar la vida de las personas y hacer su existencia más llevadera y digna. Les estoy muy agradecido, porque me permitieron ser parte de una parte de su historia y me dieron la oportunidad de experimentar una variedad de formas de pensar, sentir y expresarse.
Siento que ha sido una experiencia fantástica e inolvidable que guardaré en mi memoria y en mi corazón, así como a todas las personas que han dejado una lección en mí y que han contribuido a mi desarrollo personal, humano, espiritual y profesional. Porque si eres un Compagnon una vez, eres Compagnon para siempre».