Hola futur@s voluntari@s, me llamo Noèlia y he realizado un voluntariado de doce meses en una escuela infantil inglesa en Sopron, Hungría. Un mes después de haber terminado esta experiencia puedo afirmar y reafirmar que participar en este proyecto ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.
Soy una chica de 24 años de Barcelona graduada en Educación Infantil y Educación Primaria. Durante mi carrera universitaria tuve la oportunidad de participar en el programa Erasmus durante un semestre en Suecia y me encantó esa vivencia. Por este motivo, al finalizar la universidad, me planteé tener otra experiencia en el extranjero, esta vez no como estudiante. De esta forma, empecé la búsqueda de un proyecto que encajara con mi perfil y lo que estaba buscando. A través de YesEuropa encontré la posibilidad de trabajar como maestra voluntaria en una escuela infantil, donde se ofrecía a los niños y las niñas una inmersión en lengua inglesa.
Desde el primer momento me hicieron sentir muy incluida y valorada en la escuela, tanto con el equipo de trabajadoras como con las familias y los niños y niñas. En la escuela era una maestra más del equipo y tuve la oportunidad de sugerir y poner en práctica algunas iniciativas. La escuela atendía edades de 1 a 4 años y, además, ofrecía la oportunidad a exalumnos de tener una clase semanal para practicar conversación en lengua inglesa, a través de juegos y dinámicas adaptadas a la edad. En mi caso, me responsabilicé de las clases a los estudiantes de 12-14 años de edad. Por otro lado, intenté promover iniciativas escolares sostenibles y de respeto por el medio ambiente como los “Veggie Friday” de cocina vegetariana con l@s niñ@s de la escuela, un mercadillo de ropa de segunda mano o una salida en bici familiar a un parque de la ciudad.
Mi experiencia de voluntariado no solo me sirvió en el ámbito profesional, sino que también me ha permitido crecer personalmente y confiar más en mi misma. Además, he podido crear vínculos muy fuertes de amistad con personas de distintas partes del mundo, las cuales me han permitido tener una mente más abierta y descubrir culturas y estilos de vida diferentes a los míos.
De hecho, una de las cosas que me llevo de mi voluntariado es la amistad que ha surgido con mi compañera. En este proyecto éramos dos chicas voluntarias que trabajabamos y vivíamos en el mismo apartamento. Me considero muy afortunada por haber coincidido con ella, ya que nos convertimos en compañeras de trabajo, piso, viajes, fiestas y vida en general.
En definitiva, recomiendo 100% participar en un programa del Cuerpo Europeo de Solidaridad por oportunidades que brinda y las ventajas que tiene frente a otros voluntariados sin dotación económica.