Ángel ha terminado su voluntariado en Hungría

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Te cuento cómo ha sido mi experiencia haciendo este voluntariado en Budapest:

¿Quién me iba a decir que Hungría me recordaría tanto a España?

Buenos veranos, soleados inviernos (aunque bastante más fríos), la gente…

Desde Madrid fui a un pequeño pueblo cerca de Budapest, se llama Kápolnásnyék. Llegué nervioso, con la incertidumbre de lo que me esperaría en los próximos meses y a la misma vez con la ilusión de enfrentarme a un nuevo reto en mí vida. Nunca había viajado fuera de España y ahora tenía la oportunidad de conocer gente, otras culturas y sobre todo conocerme a mí mismo. Cuando recibí el correo de confirmación pensé: “a liarse la manta a la cabeza”.

La asociación para la que colaboro se dedica principalmente a que los niños de diferentes colegios mejoren su nivel de inglés; colaboración social en la zona (como la ayuda a mayores) y labores medioambientales (como, por ejemplo: jornadas de recogida de basura).

El fin de mi voluntariado está muy cerca, este tiempo ha sido uno de los más enriquecedores a nivel personal, he descubierto como superar los obstáculos cuando sales de tu zona de confort, valores humanos que te enseñan personas a las que no conoces, incluyendo que he encontrado amigos que espero que formen parte de mi vida, gracias a esta experiencia.

También he aprendido a tener más paciencia, ya que tanto con los pequeños como con los mayores hay que saber tenerla, (os aseguro que la mía era prácticamente inexistente), y otros medios de comunicación sin mediar palabra ya que el húngaro es bastante complicado y me he encontrado a personas mayores que no hablaban ni una palabra de inglés; pues bien, mediante gestos, papel y lápiz, ¡¡hemos sido capaces de comunicarnos!!

En el ámbito profesional, hay que destacar que una labor social no tiene que hacerla una persona que sea médico, trabajador social o profesor, sino cualquiera que quiera hacer que todo vaya un poco mejor. En mi caso, que soy informático, a parte del voluntariado social, he conocido personas que es posible que puedan brindarme una oportunidad laboral fuera de mi país.

Sin más, feliz 2019 y animo a que todo aquel que pueda viva esta experiencia.

Ha sido una experiencia increíble, en la que aprendes muchísimas cosas de la vida, y sobre uno mismo. Ha habido momentos duros, en lo que echas de menos la familia, los amigos. Otros en los que el país se hace difícil, a pesar de ello es algo que me ha encantado hacer y formar parte de ello.

Recomendare esta experiencia a amigos y familia.

Escrito por Ángel, voluntario español en Hungría

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